El castillo de Castellet se encuentra en Castellet i la Gornal (Alt Penedès),
al sur de Barcelona y a pocos kilómetros de Sitges y Vilanova i la
Geltrú. Los trabajos arqueológicos que se han llevado a cabo recientemente
permiten afirmar que en el turón donde está el castillo ha habido presencia
humana desde la época de los íberos, hace 2.500 años, y que el lugar siempre
ha estado vinculado a la vigilancia de las vías de comunicación: el río Foix
y la Vía Herculia, después llamada Vía Augusta, actual autopista AP-7.
La primera referencia documental conocida del castillo data del año
977. La fortaleza tuvo una gran importancia estratégica hasta el siglo
XVI. En estos siglos la posesión del inmueble alternó entre
varios linajes de feudatarios, los condes de Barcelona (siglo XI) y la Corona
Catalana-aragonesa (siglo XV). A partir de ese momento, el castillo fue encadenando
periodos de decadencia hasta llegar al estado de ruina.
Entre 1928 y 1930 se realizó una restauración parcial de la
fortaleza, que comprendió las estructuras de la parte central y de
poniente. La parte sur no se vio modificada en estos trabajos, que determinaron
su actual perfil. Al cabo de los años el castillo fue declarado bien
cultural de interés nacional, pero eso tampoco garantizaba la conservación
de la fortaleza.
El Pantano de Foix es una creación artificial de principios del siglo XX, que tuvo en su diseño y construcción como finalidad principal abastecer de agua a la comarca del Garraf, tratando de satisfacer las necesidades del líquido elemento para el riego de los campos dedicados a la labor agrícola. Sus aguas no son aptos para el consumo humano dado que proceden de la depuradora de Vilafranca del Penedès.
Con el tiempo, sin embargo, se ha convertido en una reserva ecológica
sirviendo de refugio y sustento a numerosas aves que en la zona se han
quedado sin espacios similares debido a la explotación humana del
territorio. La fauna del lugar es rica. Hallamos abundantes carpas y
anguilas, réptiles como tortugas o serpientes de agua, anfibios como
sapos y salamandras, y una extensa variedad de especies de pájaros (unas
150 especies aproximadamente, sin tener en cuenta las aves migratorias
temporales). Alrededor del pantano abunda una flora de encinares y
pinos.